Una escapada a Brujas es una de esas experiencias que nunca se olvidan. Y no se olvida porque la ciudad es adorable y tiene todo aquello que cualquier viajero busca: belleza, magia y diversión. A la ciudad se le conoce como la Venecia del norte por los fabulosos canales que la atraviesan y que le dan un encanto especial a la hermosa arquitectura local.
Durante una escapada a Brujas podrás comprobar con tus propios ojos por qué se le considera la ciudad más bella de Bélgica y, para muchos, de toda Europa. Sus calles empedradas, sus casas como de cuento y sus eternos canales la han convertido en un destino único.
Dicen que en realidad esta ciudad encierra dos ciudades. Una es la que ves de día, llena de sitios atractivos y paisajes que cautivan; y otra, la que encuentras de noche y en la que la palabra romanticismo adquiere todo su significado. De día o de noche, en invierno o en verano, esta ciudad fascina. Si quieres hacer una escapada a Brujas, toma nota de los sitios que no puedes perderte.
Grote Markt, un imperdible en tu escapada a Brujas
Ninguna escapada a Brujas valdría la pena si no incluye el Grote Markt, plaza principal y centro neurálgico de la ciudad. Nada más llegar allí te das cuenta del motivo por el que Brujas es considerada una de las ciudades más bonitas del mundo. De hecho, el centro histórico de Brujas fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Hay al menos tres grandes atractivos en este sitio. En la parte norte están las casas de fachadas medievales y el Historium, que es algo así como un museo multimedia para viajar hasta el siglo XV. Hacia la zona este vas a encontrar el Palacio de la Provincia o Landhuis, un encantador edificio neogótico del siglo XIX.
En la zona sur está el archifamoso Campanario de Brujas, con sus 83 metros de altura que hay que subir escalón a escalón. Es toda una experiencia, ya que desde lo alto del mismo puede verse toda la ciudad en una sola panorámica.
Los canales del río
Son los que le dan a la ciudad una personalidad única. Los mismos se construyeron y reconstruyeron a lo largo de varios siglos y hoy en día constituyen una importante vía de transporte, además de un singular atractivo turístico.
Los canales llevan a varios lugares de la ciudad que no serían accesibles por otro medio. Navegando a través de ellos se puede ver de cerca la famosa Casa del Pelícano, una pintoresca edificación llena de historia. También se pueden apreciar hermosos puentes, como el de San Bonifacio, o contemplar lugares como la Plaza de Jan van Eyck. En el Lago del Amor o Minnewater los cisnes te robarán la atención.
A propósito del Parque Minnewater, vale la pena visitarlo por separado. Se le considera el sitio más romántico de Brujas y es un lugar ideal para pasear con tranquilidad. Tiene jardines y senderos fabulosos, y permite tomar excelentes fotografías de la ciudad desde el puente.
Brouwerij De Halve Maan
Es una de las cervecerías artesanales más tradicionales de todo Bélgica. Su origen se remonta al año 1856 y su producto estrella es la Brugse Zot, todo un emblema de Brujas.
Se puede contratar una visita guiada, además de observar todo el proceso de fabricación, visitar las terrazas y concluir con una exquisita degustación.
Otros lugares destacados
Hay infinidad de lugares para conocer durante una escapada a Brujas. Además de los ya mencionados, no puedes perderte los Molinos de Kruisvest, que están ubicados en las praderas de la zona norte. El sitio está alejado de la zona urbana y es, sin duda alguna, uno de los más emblemáticos de Bélgica.
También vale la pena ir a Begijnhof, un beaterio repleto de magia, donde también puedes visitar el Museo-Casa de Beguina. El Hospital de San Juan es un complejo gótico asombroso, al igual que la Iglesia de Nuestra Señora en Brujas. Todo ello hará que tu escapada valga la pena y nunca jamás se vaya de tu memoria.