Lisboa es una de las ciudades más bellas, así como una de las más hospitalarias de Europa. Un fin de semana en Lisboa no es suficiente para apreciar todos sus atractivos, pero sí permite disfrutar de lo más destacado de la capital lusa.
De hecho, muchos piensan que un fin de semana en Lisboa es el plan perfecto para hacer una escapada. Se trata de una ciudad con aire bohemio que permite a uno sumergirse en paisajes urbanos y naturales de gran encanto. Eso sin contar con su excelente gastronomía.
Está claro que dos días no alcanzan para conocer todas las maravillas y los secretos que encierra esta bella ciudad. Sin embargo, enseguida te damos una lista de lo más destacado. Aquí están los imperdibles para un fin de semana en Lisboa.
El barrio de Belém durante un fin de semana en Lisboa
El barrio de Belém es uno de los más famosos de la capital lusa, ya que comprende varios puntos de interés y es una de las zonas más tradicionales. No deberías desaprovechar esta ocasión para hacer uso de un medio de transporte que es típico de esta ciudad: el tranvía, un auténtico símbolo de los lisboetas.
Si vas desde el centro debes tomar el tranvía 15. Al llegar al barrio de Belém lo aconsejable es enfocar tu interés en dos puntos: la Torre de Belém y el Monasterio de los Jerónimos. Ambos son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, lo que da una idea de su importancia.
Se encuentra a orillas del río Tajo y muy cerca del Monumento a los Descubrimientos, construido para conmemorar los 500 años de la muerte de Enrique el Navegante. Vale la pena entrar y disfrutar de sus encantadores rincones.
La panorámica de la ciudad
Una de las cosas que puedes y debes hacer durante un fin de semana en Lisboa es ir a alguno de los fabulosos miradores que hay en la ciudad. Cualquiera de ellos te permite apreciar el panorama desde lo alto y disfrutar de la pintoresca arquitectura de la capital de Portugal.
Algunos de los miradores más recomendados son el del Castillo de San Jorge, el del Arco de la Rua Augusta o el Mirador de Santa Lucía. El Castillo de San Jorge fue construido en el siglo V y se conserva en perfectas condiciones. Mientras, en el Arco de la Rua Augusta hay un elevador que lleva a Santa Justa, uno de los mejores lugares donde obtener unas impresionantes vistas de la ciudad.
Otra opción es el Mirador de Santa Lucía, ubicado en el célebre barrio de Alfama, que se caracteriza por sus coloridas calles llenas de encanto. Para muchos, es el mejor mirador de la capital portuguesa y tiene una atmósfera más que evocadora.
La Plaza del Comercio y los mejores helados
Otro imprescindible durante un fin de semana en Lisboa es la visita a la Plaza del Comercio. Está situada en la orilla sur del río Tajo y es una de las más bellas y originales. La sola contemplación del sitio, que alberga la famosa estatua ecuestre de José I, ya es toda una experiencia.
Asimismo, muchos no saben que en Lisboa hay unos helados que podrían estar perfectamente en la lista de los mejores del mundo. Hay un lugar llamado Gelados Santini, ubicado en la Rua do Carmo, donde siempre encontrarás una larga fila de personas esperando su turno para degustar los fabulosos helados que venden allí.
Otros planes tentadores
El Cais do Sodré fue durante mucho tiempo uno de los sitios más sórdidos de Lisboa, ya que era sede de prostíbulos y refugio de maleantes. Sin embargo, se recuperó sin perder ese aire un tanto decadente, pero encantador. Hoy en día, alberga divertidos restaurantes y bares muy originales que recuerdan el pasado pecaminoso del lugar.
No puedes irte de Lisboa sin probar el famoso licor de guindas, el más clásico de la ciudad. Los conocedores aseguran que el mejor sitio para hacerlo es un pequeño bar llamado A Ginjinha.