La famosa City by the Bay (‘ciudad sobre la bahía’) ha sido escenario de diferentes películas. Sus calles onduladas, sus tranvías y su niebla la han convertido en una gran protagonista de la gran pantalla. Pero ¿sabes qué lugares deberías visitar durante tu viaje a San Francisco?
Lo primero que deberías tener en cuenta es que San Francisco es una ciudad grande, que tiene una población de más de 815 000 habitantes. Sus principales puntos de interés se encuentran bastante dispersos; por lo tanto, lo más recomendable es que programes una visita de al menos tres días completos para poder recorrer la ciudad como se merece.
¿Qué ver y hacer en San Francisco?
San Francisco se emplaza en el norte de California, sobre una falla geográfica que ha provocado toda clase de previsiones fatalistas. De hecho, en internet puedes encontrar información (no comprobada) de que la ciudad terminará hundiéndose más tarde o más temprano.
Si esta situación aconteciese, sería una verdadera lástima porque «S.F.», como le dicen los locales, es una ciudad vibrante que enamora a primera vista a la gran mayoría de sus visitantes. ¿Listo para conocer esos lugares que no deberías dejar de visitar?
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Cruzar el Golden Gate
Entre todos los sitios famosos, este puente se lleva uno de los primeros puestos del ranking. Inaugurado en 1937, el Golden Gate Bridge destaca aún a día de hoy con sus 227 metros de alto y casi 3 kilómetros de ancho. El mismo cruza la bahía y llama la atención por su llamativo color anaranjado.
¿Te gustaría llevarte a casa una foto increíble del puente? Visita el Battery Spencer, ubicado camino a Sausalito. Desde ese mirador, podrás tomar fotografías que quitarán la respiración de cualquier espectador, sobre todo a primera hora de la mañana y durante la puesta del sol.
Navegar la bahía de San Francisco
También, puedes cruzar el Golden Gate por abajo. ¿Cómo? Pues, ¡en barco! Ve al Fisherman’s Wharf, el antiguo barrio pesquero y puerto, y busca el muelle 43 desde donde salen los tours por la bahía. ¡No te arrepentirás!
¿Un consejo? Antes de subirte al barco, visita el muelle 39, o «Pier 39», reconocido por su colonia de leones marinos. ¡Te enamorarás de estos gigantes marinos que duermen al sol! Asimismo, la zona está repleta de tiendas, restaurantes y artistas callejeros. Más encanto, ¡imposible!
Coger un tranvía tradicional
Los tranvías son símbolos de San Francisco y, por lo tanto, no deberías irte de la ciudad sin montar en uno de ellos. En el puerto, puedes iniciar tu recorrido en un tranvía histórico; es decir, en un tranvía de cable, o cable car. Para saber más sobre este medio de transporte, visita gratis el Cable Car Museum.
Visitar la Prisión de Alcatraz
Resulta difícil pensar en San Francisco sin imaginar la prisión de Alcatraz. Anímate a visitar «La Roca» y conocer su historia. ¿Sabías que a pesar de los intentos, ningún preso logró escapar de ella? Al ingresar en el predio y recorrer sus celdas, serás capar de comprender el porqué.
Descubrir las Damas Pintadas
El estilo victoriano está muy presente en la ciudad. De hecho, encontrarás casas eduardianas y victorianas por doquier. No obstante, la zona más célebre es Alama Square. Allí, están las Damas Pintadas (o Painted Ladies), símbolo de este tipo de construcción.
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Pasear por el barrio de Castro
Parte del encanto local radica en su diversidad. Uno de los barrios más visitados es Castro, reconocido como el «centro de la lucha por los derechos de la comunidad LGTBI». Piérdete entre sus casas victorianas y asómbrate con la cantidad de formas que adopta la bandera LGTBI aquí (en sendas peatonales, en carteles, en banderas, en pintadas y mucho más).
Antes de cambiar de rumbo, prueba los bocadillos de Ike’s Love & Sandwiches o aprovecha para llevar tu tripa con las delicias locales en algunos de los mejores restaurantes de San Francisco, como Anchor Oyster Bar.
Recorrer Chinatown y Little Italy
Ambos barrios son esenciales para visualizar la inmigración instalada en San Francisco. La comunidad china se asentó allí en 1848, lo que la convierte en la más antigua del país y una de las mayores fuera de Asia. Ingresa por la Puerta del Dragón y piérdete por Grant Avenue. Compra en sus bazares, almuerza en alguno de sus múltiples restaurantes y tómate fotos con sus faroles rojos o sus edificios más emblemáticos, como el Templo Tin How.
En Little Italy, también podrás comer muy bien. Pero eso no es todo. Acércate a la iglesia de San Pedro y San Pablo, sitio donde se ofició la boda entre la rubia más famosa del mundo, Marilyn Monroe, y Joe DiMaggio.
Subir (y bajar) por Lombard Street
San Francisco es famosa por sus lomas y Lombard Street es la más sinuosa de sus calles. Ningún turista que se precie puede irse de la ciudad sin subir (y bajar) esta calle al menos una vez. Prepárate porque se trata de un recorrido físicamente exigente, aunque con unas vistas impresionantes e irresistibles.
Salir de compras en San Francisco
No hay mejor lugar para comprar ropa, souvenirs y electrónica que el centro de la ciudad. Allí, se agolpan centros comerciales, hoteles de lujo, galería de arte, restaurantes, discotecas y cafés. ¿Quieres aún más movimiento? Averigua si hay algún evento al aire libre en la siempre llena plaza Union Square. En invierno, allí encontrarás una preciosa pista de patinaje sobre hielo.
Relajarte en las playas de San Francisco
La más famosa de sus playas se llama Crissy Field. Para llegar hasta ella, solo debes buscar el Parque del Presidio, emplazado en la zona norte del Golden Gate. ¿Prefieres una playa más lejos del centro, más salvaje y, por ende, menos concurrida? Al oeste del puente, sobre las aguas del Pacífico, te esperan la playa Baker y la playa Ocean.
San Francisco es una ciudad maravillosa, con muchísimo para ofrecer a los turistas. Antes de irte, prueba sus principales platos, entre los que destacan el clam chowder, una sopa de almeja servida dentro de un plato de pan; el crab cioppino, una sopa de cangrejo, mejillones y camarones; y el dungeness crab, un plato con fideos chinos, espinacas y cangrejo.