Madeira es una de las islas más hermosas del océano Atlántico. No solo por su origen volcánico, que ha dado lugar a imponentes paisajes, sino también por sus encantadores pueblecitos enclavados en las montañas y por sus monumentos históricos. Hoy te invitamos a conocer este precioso y completo destino.
Esta pequeña isla perteneciente a Portugal es escogida cada año por más de un millón y medio de visitantes que acuden seducidos por su suave y agradable clima y por las múltiples opciones de turismo que ofrece. Si estás planeando un viaje para conocerla, te mostramos aquello que no te puedes perder.
¿Qué ver y hacer en Madeira?
Te proponemos una variedad de planes y puntos de interés para que disfrutes al máximo de tu estancia en la isla. Tanto si eres un amante de la naturaleza como si prefieres el animado ambiente de la ciudad, encontrarás opciones a tu gusto.
Pico do Arieiro
¿Quieres sentir que flotas por encima de las nubes? Entonces, te recomendamos acercarte al Pico do Arieiro, el tercero más alto de Madeira. Con sus más de 1800 metros de altitud, ofrece unas espectaculares vistas de la orografía de la isla y del océano como telón de fondo.
Desde aquí podrás iniciar una interesante caminata por la naturaleza siguiendo alguno de los múltiples senderos que de aquí parten. Incluso, si eres un experto en trekking, podrás realizar el trayecto que llega hasta Pico Ruivo (el punto más alto de la isla). A lo largo de la ruta divisarás cuevas excavadas en la roca, diversidad de aves y una flora caracterizada por varios endemismos como el brezo de Madeira o la orquídea de las rocas.
Curral das Freiras
Este pequeño pueblo enclavado en un valle está cargado de historia. El mismo permaneció aislado del resto del mundo hasta 1959 y sirvió durante años a los lugareños para refugiarse de los constantes ataques de piratas.
Su propio nombre encierra un curioso significado. Y es que Curral das Freiras (corral de las monjas) hace referencia por un lado al hecho de que esta era una zona de cría de ganado y, por el otro, a que este fue el lugar escogido por las monjas del convento de Santa Clara para refugiarse durante la invasión de los corsarios franceses hacia 1566.
Las vistas desde el lugar son maravillosas y los domingos se celebra un animado mercado callejero junto a la iglesia parroquial que merece la pena conocer. Eso sí, puede que durante la temporada alta el pueblo esté algo masificado.
Porto Moniz
Porto Moniz es una pequeña localidad de tan solo 3.000 habitantes conocida principalmente por sus espectaculares piscinas naturales. Y es que, paradójicamente, aunque Madeira es una isla, no dispone de buenas playas naturales. Por eso, se han construido piscinas artificiales de agua salada excavadas en la roca. Vayas en el momento del año que vayas, no puedes dejar de visitarlas, son un auténtico espectáculo.
Câmara de Lobos
Este es un pequeño y pintoresco pueblo costero situado al sur de Madeira. Es una de las localidades más antiguas de la isla y fue uno de los primeros lugares en ser colonizados.
Sus casitas blancas y las pintorescas y coloridas embarcaciones atracadas en la bahía forman una estampa inolvidable. Además, aquí encontrarás un animado ambiente nocturno y multitud de locales en los que degustar la gastronomía típica del lugar.
Funchal
Funchal, la capital de la isla, es uno de los destinos que no puedes dejar de visitar. La ciudad, enmarcada entre colinas, está repleta de jardines y parques y en sus calles empedradas se dibujan bellos mosaicos. Además, cuenta con multitud de monumentos y puntos interés que debes conocer; entre ellos:
- La Catedral de la Sé, que muestra una mezcla de estilos gótico y románico
- La Fortaleza de São Tiago, construida en el siglo XVII y que hoy alberga el Museo de Arte Contemporáneo
- El mercado dos Lavradores, una bulliciosa lonja tradicional repleta de aromas y sabores
- La Rua de Santa María, centro neurálgico de la ciudad y siempre llena de animación
Levada do Caldeirão Verde
Las levadas (tan típicas de Madeira) son canales que se construyeron para transportar agua desde el norte al sur de la isla, atravesando las montañas. Caminar por sus alrededores es una auténtica experiencia de conexión con la naturaleza que no te puedes perder; y, para ello, la Levada do Caldeirão Verde es una de las mejores opciones.
Esta ruta es de las más sencillas y atraviesa magníficos paisajes que te cautivarán por completo. Podrás incluso atravesar el bosque de laurisilva declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Santana
Cerramos esta selección con una visita imprescindible: la pequeña localidad de Santana. Aquí podrás contemplar las famosas palhoças, que se han convertido en un auténtico emblema de la isla.
Estas casitas tradicionales, que son las construcciones más primitivas de Madeira, muestran un aspecto inconfundible con su forma triangular y su techo de paja. Actualmente se conservan cerca de un centenar de estas edificaciones y merece totalmente la pena conocerlas.
¿Qué te han parecido las anteriores propuestas? Como ves, Madeira ofrece opciones muy variadas y constituye un destino de lo más completo y agradable de visitar. Estamos seguros de que te cautivará desde el primer momento.