El templo de Hércules es un lugar histórico situado en la Ciudadela de Ammán, en Jordania. El templo fue construido por los romanos y hoy en día solo quedan algunas partes de la estructura.
Muchas personas visitan la Ciudadela para ver la gloriosa mano que se cree que es la de una gran estatua romana de Hércules. Esta mano es todo lo que queda de la estatua y es un símbolo de la fuerza del héroe romano. Pero esto no es todo. Si visitas la capital de Jordania, el templo de Hércules es uno de sus imprescindibles. Te contamos más a continuación.
El templo de Hércules, un imprescindible de la Ciudadela de Ammán
El templo de Hércules es uno de los monumentos más importantes de la ciudad. Se construyó cuando el general romano Geminius Marcianus gobernaba la provincia de Arabia y quizá quedó incompleto durante su construcción.
Ammán es una ciudad compuesta por siete colinas, y la que alberga el Templo de Hércules no es muy diferente de las demás. Sin embargo, los antiguos romanos eligieron esta colina específica, de las siete, para albergar el Templo de Hércules y una iglesia bizantina.
La ciudadela data de los años 162 a 166 d.C., lo que la sitúa justo en medio del periodo de ocupación romana de Ammán durante la época de Marco Aurelio. Se cree que la estructura en sí nunca se terminó, ya que faltan columnas y otras pruebas arqueológicas.
Sin embargo, lo que quedó es enorme a una escala sin precedentes. Los restos de las seis columnas de su pórtico, con una altura de 10 metros, son prueba de las proporciones monumentales del templo. En el lugar se encontraron restos de una estatua inacabada de Hércules. Los enormes restos de tres dedos y un codo de la estatua, hechos de piedra, ayudaron a los arqueólogos a determinar que la estatua tenía al menos 12 metros de altura.
Otros restos del templo son dos pilares completos y las ruinas de otros cuatro pilares. Los dos pilares completos tienen 9 metros de altura y se cree que el templo habría alcanzado los 13 metros de altura. La inscripción cercana al templo lo data en torno al año 160 de la era cristiana.
La estatua de Hércules
Los arqueólogos creen que la suerte ha jugado un poco a favor de lo que hoy queda en pie de esta estatua. Al quedar inacabado incluso hace casi dos mil años, el mármol habría sido presa fácil para otros proyectos, sobre todo si ya estaba en pedazos a causa de un terremoto.
Un terremoto es la principal teoría sobre lo que derribó la estatua de Hércules. Todo lo que queda de esta poderosa estatua es un conjunto de tres dedos que se arrastran por la ladera de la colina y un enorme fragmento blanco de codo. Al examinar estas piezas, los arqueólogos han llegado a la conclusión de que era Hércules a quien honraba esta estatua.
Según los arqueólogos, la estatua de Hércules podía tener hasta 13 metros de altura, lo que la convertiría en una de las mayores estatuas de mármol conocidas en el mundo. Esa mano en el suelo es enorme, al igual que el codo de Hércules que está cerca.
Cómo llegar a la Ciudadela
Para visitar la Ciudadela de Ammán puedes subir en taxi y bajar andando si te apetece, ya que es una forma muy bonita de disfrutar de las vistas y el ambiente. Si estás en forma, puedes subir a pie desde el anfiteatro. La taquilla de la Ciudadela se encuentra en el camino de acceso a la misma, así que no tiene pérdida.
Una de las mejores horas para visitar el templo es a última hora de la tarde, ya que los autobuses turísticos ya se han marchado y puedes recorrerlo con tranquilidad. Sin embargo, hay que tener en cuenta la hora si se piensa en ir a pie, ya que no se debe volver después de que haya oscurecido.
El templo de Hércules es el lugar más famoso de la Ciudadela de Ammán y, por ello, constituye un imprescindible en tu lista de cosas que hacer en la capital de Jordania. ¿Te lo vas a perder?