El queso majorero, producido de forma tradicional en Fuerteventura, es un queso semiduro elaborado con leche cruda de cabra majorera. Su nombre deriva del apodo que recibían los pastores locales, llamados majos. Antaño, este queso se utilizaba incluso como moneda de cambio para comprar y vender provisiones para las embarcaciones.
Este queso con sabor a nuez no solo se convirtió en el primer queso de Canarias con Denominación de Origen, sino también en el primer queso de cabra de España con D.O.P. desde 1996. Es un queso tan versátil que puede servirse como aperitivo o como postre. También combina bien con la pasta, las frutas y las verduras. ¡Descubre más!
Primer queso con D.O.P. de Canarias
Fuerteventura puede parecer un desierto rodeado de extensas playas, aunque en su interior habita la población caprina autóctona, que proporciona la leche para el manjar más famoso de la isla, el queso majorero. Es el primer queso con D.O.P de Canarias, desde 1996, y fue uno de los primeros en conseguir la D.O.P en España.
Hasta finales del siglo XVIII, la capital de Fuerteventura, Puerto del Rosario, se conocía como Puerto Cabras porque los ganaderos llevaban a sus cabras a pastar allí. En las queserías de Fuerteventura suelen tener su propio rebaño de cabras de raza majorera.
La cabra majorera es el resultado del cruce de cabras prehispánicas con razas de origen europeo y africano. Es una cabra que se ha adaptado a la perfección clima árido de la isla. Dentro de la misma raza, también se clasifican por sus rasgos físicos, como blanca, rubia, melá, pupana, culeta, frontina, careta, morisca y berrenda.
Elaboración del queso majorero
Tras el ordeño de las cabras, se añade cuajo y, al cabo de una hora, se produce un cuajo. Este cuajo debe batirse y escurrirse para eliminar el suero. A continuación, el queso se prensa fuertemente y se le da forma. Se le echa sal seca por encima.
El queso se deja que se airee durante varios días antes de consumirlo, o puede colocarse en cámaras secas para que envejezca. Tras el envejecimiento, el queso puede frotarse con aceite o gofio para evitar que se seque en exceso, lo que también le aporta diferentes sabores y texturas.
¿Cómo es el queso majorero?
El queso majorero es un queso de cabra, similar al manchego, firme y con un sabor lácteo y a nuez. El queso tiene una textura ligeramente gomosa, color blanco pálido y un sabor un poco ácido. Cuando envejece, desarrolla una corteza de color oscuro que se frota con pimentón, gofio tostado o aceite, lo que le confiere diferentes texturas y sabores.
Para que sea Denominación de Origen Queso Majorero tiene que haberse producido en Fuerteventura. Además, la leche que se utiliza para su elaboración tiene que ser leche entera de cabra (cruda o pasteurizada).
En cuanto al aspecto, tiene forma cilíndrica, con una altura de 6 a 9 centímetros y un diámetro de 15 a 35 centímetros. El símbolo del productor se encuentra en la parte superior e inferior de la rueda. También se reconoce porque suele estar untado en aceite, pimentón o gofio. Al corte es compacto y su sabor, algo picante y ácido.
Clasificación del queso majorero
El queso majorero se puede clasificar en función de varios factores. Uno de ellos es su grado de maduración. En función de este aspecto, se comercializa en tres variedades: joven (de 8 a 20 días), semicurado (de 20 a 60 días) y curado (más de 60 días).
Como hemos comentado antes, suele recibir diferentes tratamientos en la superficie, por lo tanto, este también es un aspecto que nos ayuda a clasificarlo. Se puede encontrar queso majorero untado en aceite, con un aspecto más natural y un sabor más auténtico. También es muy común encontrarlo untado en pimentón, lo que le otorga un sabor característico. Si es curado, se unta en gofio, una harina de cereal tostado.
Si tienes pensado viajar a Fuerteventura, no te olvides de llevarte a casa este manjar de la isla. No olvides que, para que sea queso majorero auténtico, el término Denominación de Origen Queso Majorero debe aparecer en la etiqueta comercial del producto.