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Descubre los tesoros del templo egipcio de Karnak

• por Elena Sanz

El templo egipcio de Karnak es una de las visitas imprescindibles en Egipto. De hecho, tras las pirámides de Guiza, es el punto de interés que más turistas atrae. Es el templo más grande del país, está dedicado al dios Amón y, sin duda, te dejará sin palabras.

Durante más de dos milenios distintos faraones embellecieron y ampliaron este recinto de 2.400 metros de perímetro. Así, se convirtió en el principal centro de culto egipcio. Aún hoy continúan encontrándose valiosos restos entre sus ruinas, por lo que no puedes perder la oportunidad de visitar un lugar tan majestuoso y especial.

El origen y la historia del templo egipcio de Karnak

El templo de Karnak se encuentra situado en la zona urbana de Lúxor, lo que fuera la antigua Tebas. Su nombre (proveniente del árabe «al-Karnak») significa ciudad fortificada; algo que se explica de forma sencilla al observar el muro de adobe de ocho metros de grosor que rodea el perímetro. Sin embargo, en el antiguo Egipto era nombrado como Ipet sut («el lugar más venerado»).

Su construcción tuvo lugar durante mas de 2000 años, específicamente entre el 2200 y el 360 a.C., y es que 30 faraones contribuyeron y realizaron sus aportaciones a lo que hoy es una obra de enormes dimensiones.

Como hemos comentado, el templo estaba dedicado a Amón, el cual fuese el dios local de la ciudad de Tebas para pasar posteriormente a convertirse en la divinidad principal del panteón egipcio, asociado a Ra. No obstante, en él se veneraba también a otros dioses.

Karnak, maravilló a los investigadores durante los siglos XVIII y XIX (pese a estar en ruinas), y posteriormente fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979, formando parte del conjunto de la Antigua Tebas con sus necrópolis.

¿Qué ver en el templo egipcio de Karnak?

Como podrás imaginar, debido a sus grandes dimensiones, en el templo de Karnak hay mucho por ver. Has de saber que en el antiguo Egipto los templos comenzaban a construirse por el santuario (que en este caso se encuentra en el centro), por lo que en la entrada podrás apreciar las zonas más recientes y a medida que avances irás descubriendo las más antiguas.

Dromos y primer pilono

Al entrar en el recinto, y antes de llegar al primer pilono, encontrarás un dromos o camino del dios. El mismo (también conocido como avenida de las esfinges) está compuesto por una hilera de esfinges con cabeza de carnero, que actuaban como guardianas y protectoras. Actualmente se conservan 40 de ellas.

Patio porticado

Con sus 8.000 metros cuadrados, es el más grande de cuantos hay en Egipto. En él encontrarás imponentes columnas, varias estatuas y un templo dedicado a Amón, su esposa (Mut) y su hijo (Khons).

Templo de Ramsés III

Ubicado entre el primer y el segundo pilono, este templo se encuentra en un excelente estado de conservación gracias a que permaneció enterrado hasta 1896. Este lugar se usaba como santuario para las barcas sagradas y servía como estación durante las grandes procesiones.

Sala Hipóstila

Seguramente el lugar más emblemático del templo, la sala hipóstila de Karnak es un imponente bosque de columnas de unos 5.000 metros cuadrados. Esta sala alberga 134 columnas entre las que destacan especialmente las 12 columnas de la nave central, las cuales son más altas y presentan capiteles papiriformes abiertos.

En los techos de la sala se conservan, además, pinturas en buen estado. Así, es uno de los puntos en los que no podrás resistirte a fotografiarte.

Santuario

Es el punto de origen de la construcción del templo y, por tanto, el espacio más antiguo. A él se accede tras pasar el cuarto pilono y es aquí donde se encontraba la divinidad en una gran barca llamada Userhat. Solo el faraón o el sumo sacerdote y sus ayudantes más cercanos podían acceder al santuario.

Lago sagrado

Un último punto reseñable de la visita al templo de Karnak es el llamativo lago sagrado, el cual servía para la realización de baños rituales de purificación. Es el más grande de su tipo y solía albergar a los gansos sagrados de Amón (símbolo de la divinidad).

Disfruta visitando el templo egipcio de Karnak

Visitar el templo es sencillo, ya que se encuentra en una zona urbana en la que además amarran muchos cruceros. Así, es posible realizar una visita por cuenta propia pero la experiencia resulta mucho más completa si lo hacemos de la mano de un guía.

Cabe destacar, además, que después del cierre del horario de visitas tiene lugar en el templo un interesante espectáculo de luz y sonido que cuenta con gran fama y reconocimiento. Por ello, tal vez te guste reservar esta sesión.