Conocida como La Seu, la Catedral-Basílica de Santa María de Palma de Mallorca es una impresionante construcción erigida en 1229 sobre las ruinas de una antigua mezquita árabe. Es el principal edificio religioso de Palma y una de las principales atracciones históricas y artísticas de la ciudad.
Debido a su ubicación y al hecho de ser una de las estructuras más antiguas y veneradas de la ciudad, cada año recibe una gran afluencia de visitantes de todo el mundo.
Además, resulta casi imposible no ver la espectacular estructura de la catedral, tanto desde el aire como desde el mar. Por esta razón se ha convertido en el edificio más icónico de la capital de las Islas Baleares.
Con una de las mayores vidrieras del mundo, la Catedral-Basílica de Santa María de Palma de Mallorca no es solo un edificio espectacular, ya que también cuenta con una historia llena de curiosidades.
Orígenes
Según la leyenda, en 1229, cuando el rey Jaime I y sus hombres navegaron a Mallorca para derrotar a los moros que gobernaban la isla, su flota se vio atrapada por una fuerte tormenta. En ese momento, el rey rezó a Dios y le prometió que si llegaban a salvo y conquistaban a los moros, construiría un templo dedicado a la Virgen María.
La construcción comenzó un año después, sobre los restos de lo que era la mezquita de la ciudad. De este modo, la mezquita se adaptó al culto cristiano y, a medida que se construía la catedral, la mezquita se comenzó a derrumbar progresivamente hasta que fue demolida en 1386.
No fue hasta principios del siglo XIV y, bajo el reinado de Jaime II, cuando se inició la construcción de la catedral tal y como se conoce hoy en día.
Estilo y construcción
Como su construcción duró varios siglos, se pueden apreciar diversas influencias y estilos, desde el gótico hasta el renacentista y el barroco, así como reconstrucciones de estilo neogótico tras el terremoto de 1851.
Los diferentes estilos arquitectónicos que conforman La Seu unen el pasado y el presente en armonía. La estructura de la catedral siempre ha estado en constante evolución debido a las numerosas ampliaciones y restauraciones, así como a las tendencias estéticas.
A principios del siglo XX, se pidió a Antoni Gaudí que llevara a cabo renovaciones en el interior. Sin embargo, las obras se detuvieron después de diez años y fueron completadas por dos sucesores.
Su trabajo tuvo un gran impacto en la Catedral de Mallorca. Se basó en la recuperación de la nave y la Capilla Real; en la construcción de un baldaquín sobre el altar; en la restauración del trono del obispo; en la creación de más vidrieras, y en la instalación de lámparas.
Recientemente, en 2007, Miquel Barceló diseñó un mural de cerámica para la Capilla del Santísimo, inspirado en el milagro evangélico del pan y los peces.
Estructura
La Catedral de Mallorca alcanza hoy una altura de 44 metros y cubre un área de casi 7.000 metros cuadrados. Consta de tres fachadas, aunque es posible que la más espectacular sea la que da a la bahía de Palma. En ella se puede apreciar con claridad el estilo gótico.
En el lado oeste de la catedral, el que da al Palacio Real de La Almudaina, se encuentra la fachada principal. El único elemento de este lado que sobrevivió al terremoto de 1851 fue el portal.
La gran entrada arqueada es obra de Guillem Sagrera y se construyó en la última mitad del siglo XIV y principios del XV. Se conoce como el Portal del Mirador y en él se pueden apreciar a la la Virgen María con el niño y cinco apóstoles.
La Catedral de Mallorca, con sus 59 grandes ventanales y 5 rosetones, es capaz de crear un efecto visual único. Por ello que se la conoce como la Catedral de la Luz. Asimismo, su enorme rosetón permite que la luz del sol penetre en el interior desvanecida en cientos de colores.
Ahora ya conoces más sobre la historia de La Seu. Además de ser uno de los edificios góticos más famosos de Europa, es el icono de Palma y símbolo de todo el archipiélago balear.
Si quieres sentir la magia de la Catedral de la Luz en persona, no dudes en incluirla en tu plan de viaje.