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5 obras que conocer en la Galería de la Academia

• por Antonella Grandinetti

La Galería de la Academia es uno de los museos más visitados en Florencia junto con la Galería Uffizi. En realidad, toda la ciudad es una oda al arte. Caminar por sus callejuelas es una invitación a sumergirse en el mundo artístico que se plasma en sus cúpulas, sus museos o en el maravilloso Ponte Vecchio.

Si estás comenzando a planear tu visita a la «ciudad del arte», coge papel y bolígrafo, y toma nota de esas obras inolvidables que te esperan en la Galería de la Academia.

¿Qué ver en la Galería de la Academia?

La famosa Galería de la Academia fue fundada en el año 1563 en el edificio que, hasta el momento, albergaba la antigua Academia de Bellas Artes de la ciudad.

No obstante, merece la pena señalar que su colección no se originó hasta varios años más tarde. De hecho, la exhibición abrió sus puertas al público en el año 1784.

Al llegar a la Piazza della Signoria, sobre la cual se encuentra el museo, te sorprenderá encontrar diferentes esculturas y la espectacular Fuente de Neptuno, de Bartolomeo Ammannati. Es normal que muchas personas se tomen cientos de fotografías aquí. Hazlo, pero resérvate porque lo que te espera dentro de la Academia te dejará sin palabras.

El David de Miguel Ángel

Sin duda, se trata de la obra más famosa que alberga la Galería de la Academia y la que le ha acarreado su fama mundial. Esta inmensa escultura esculpida por Miguel Ángel es una representación de más de 5 metros de alto de David antes de su batalla contra Goliat.

El tamaño, el porte, los detalles y la terminación de la obra resultan abrumadores. Casi tanto como saber que el heroico guerrero fue cincelado en un único trozo de mármol.

Miguel Ángel creó esta escultura entre los años 1501 y 1504 en uno de los talleres de la Ópera del Duomo para ser colocada después a la entrada del Ponte Vecchio. Tras sufrir varios percances, finalmente se trasladó al interior del museo en el año 1873.

Las cuatro estatuas de esclavos de Miguel Ángel

El David no es la única obra de Miguel Ángel albergada en este museo. Las cuatro estatuas sin acabar (Atlas, el Esclavo joven, el Esclavo barbudo y el Esclavo despertándose) son un ejemplo perfecto del pensamiento del artista, quien sostenía que la estatua estaba atrapada en el mármol y él, como artista, solo la liberaba.

Venus y Cupido

Pontormo, o Jacopo Carrucci, realizó esta pintura utilizando como base uno de los dibujos perdidos de Miguel Ángel. Esta obra al óleo muestra a Venus recostada y girando la cabeza para besar a Cupido mientras este se inclina hacia su madre. El detalle de las máscaras presentes en la pintura podrían señalar los desengaños amorosos.

Madonna del Mare

El retrato de la Virgen María con el Niño Jesús en sus brazos mientras este sostiene una granada, realizado por Sandro Botticelli y Filippino Lippi, tiene una delicadeza de trazo que te llegará al corazón.

Cassone Adimari

La pintura de Scheggia representa la boda Boccaccio Adimari y Lisa Ricasoli en la ciudad de Florencia. La obra de tamaño alargado muestra los vestidos típicos de la época, así como los peinados, y te dejará entrever cómo eran los festejos en el Renacimiento.

¿Qué más ver en la Galería de la Academia?

Si bien el David es la obra más famosa de la Galería de la Academia, no es la única que merece la pena contemplar. En la Sala del Colosso te aconsejamos prestar especial atención al Rapto de las Sabinas, una escultura de Giovanni da Bologna, y a las obras religiosas de Prugino y Botticelli.

La Sala Giotto guarda en su interior las obras naturalistas de los alumnos de quien fuera el constructor del característico campanario del Duomo de Florencia, mientras que la Sala di Giovanni tiene obras del siglo XIV.

Por su parte, la Sala del Duecento, como su nombre lo indica, muestra las obras de dicho siglo, las más antiguas presentes en la Galería de la Academia. Finalmente, en el Salón dell’Ottocento contemplarás las esculturas de Lorenzo Bartolini.

Florencia es una ciudad artística en sí misma, una verdadera cuna del arte. Recorre sus calles, enamórate de sus edificios y no dejes de visitar la espectacular Galería de la Academia.