La Habana es una ciudad diferente a cualquier otra, con su ritmo único y su propia manera de entender la vida. Allí algunas cosas funcionan de forma particular y es conveniente conocer algunas claves para no perdernos. Tampoco es nada complicado, simplemente son detalles que se deben tener en cuenta cuando visitemos un destino como este.
Cuba vive una realidad política y social diferente a la del resto de América. Ha sufrido un bloqueo económico a lo largo de los últimos 60 años que dificulta y condiciona el normal desarrollo de la vida de la gente. Por lo demás, los cubanos son un pueblo notoriamente amable y solidario, así que apoyo nunca te va a faltar. Sin embargo, es mejor conocer algunas de las cosas con las que te vas a encontrar. Aquí algunos consejos para esa travesía.
1. El enredo con la moneda
Cuba es un país en el que en la práctica funcionan dos monedas diferentes. Una es el peso cubano, que es la Moneda Nacional (MN) usada cotidianamente por todas las personas que viven allí. Otro es el CUC, la moneda convertible, que es la que deben emplear los viajeros y turistas.
El valor del peso cubano no tiene nada que ver con el CUC. Por razones económicas e históricas, un CUC equivale siempre a un dólar, aunque para efectos reales, fuera de Cuba no vas a poder cambiar un CUC por un dólar. Algo enredado, ¿verdad? El punto es que debes prestar mucha atención a la hora de hacer el cambio de moneda.
Asimismo, toma muy en cuenta la moneda en la que te dan la vuelta cuando hagas una transacción. Siempre vas a pagar en CUC, así que siempre deben devolverte CUC. Las monedas son plateadas y los billetes tienen impreso el rótulo de “peso convertible”, no lo olvides.
2. Las “máquinas”, un imprescindible para los que viajan a La Habana
La palabra “máquina” tiene otro significado en Cuba y esto deben tenerlo muy en cuenta los que viajan a La Habana. Cuando usen esa palabra allí, a lo que se refieren es a unos coches antiguos americanos, de la época anterior a la Revolución, que aún están en funcionamiento y es muy frecuente verlos por la ciudad. También son conocidos popularmente como “almendrones”.
En La Habana hay taxis amarillos normales, pero “las máquinas” prestan básicamente el mismo servicio a un precio notoriamente más bajo. Estos coches hacen recorridos fijos y tienen tarifas fijas, así que no hay ningún misterio. Antes de abordar uno, asegúrate de saber cuál es la tarifa que deben cobrarte y no admitas que te pidan más que eso.
3. No olvides el botiquín
Uno de los efectos del bloqueo es el desabastecimiento de algunos productos y marcas que en nuestro país estamos habituados a encontrar. Entre esos productos están los medicamentos, no solo de medicinas especializadas, sino de algunas más frecuentes como analgésicos, antiácidos, etc.
Por eso, es recomendable para los que viajan a La Habana llevar un botiquín básico en su equipaje. En principio, puedes llevar los medicamentos habituales para un malestar pasajero. Ahora bien, si necesitas medicinas específicas para algún tratamiento determinado, es mejor que lleves la provisión necesaria de las mismas, ya que de lo contrario podrías tener dificultades para conseguirlas.
4. Internet, otra de las singularidades
Internet en Cuba también funciona de manera muy especial. Ni en La Habana, ni en ningún otro lugar de Cuba vas a encontrar redes WiFi públicas, y mucho menos gratuitas, así que olvídalo. Lo más aconsejable es que adquieras una tarjeta ETECSA de Internet para poder conectarte mientras estás en la isla.
Esas tarjetas te permiten conectarte a las redes “WIFI ETECSA”, que están repartidos en diferentes lugares turísticos: hoteles, parques, plazas, etc. Así que no vas a tener conexión todo el tiempo y siempre tendrás que pagar por ella. Las redes WiFi de los hoteles son las que funcionan mejor.
5. Otros consejos básicos
Encontrarás muchas casas particulares que ofrecen alojamiento en La Habana. Hay que tener mucha precaución con este tipo de establecimientos, porque no siempre son legales ni cuentan con las garantías de seguridad e higiene que tienen los hoteles, y tampoco son más baratas. Si no quieres correr riesgos innecesarios, quédate en un hotel: han abierto muchos nuevos.
Los enchufes son planos, de clavija tipo americana, así que es recomendable llevar un adaptador, aunque casi todos los hoteles disponen ya de enchufes válidos para todos los formatos. La corriente es de 110 voltios, pero la mayoría de los dispositivos modernos se adaptan sin problemas.
Los que viajan a Cuba deben tener un seguro que cubra gastos de atención médica. Todos los paquetes de venta en agencias ya lo tienen incluido.