Viaja al pasado visitando los castros gallegos más importantes

• por Antonella Grandinetti

Galicia es una comunidad autónoma que invita a ser recorrida. Sus paisajes de ensueño, la hospitalidad de sus habitantes y su maravillosa gastronomía son un conjunto atractivo para los turistas. Entre sus múltiples puntos de interés, destacan los castros gallegos.

Estos poblados fortificados fueron construidos, en su mayoría, en la época prerromana. En la actualidad, es posible visitar sus restos y, de hecho, te aconsejamos que lo hagas. ¡Te sorprenderán!

¿Qué son los castros gallegos?

Sin lugar a dudas, se trata de uno de los elementos patrimoniales más representativos de Galicia y, por ende, una de las mejores maneras de sumergirse en la historia local.

Si bien muchos pertenecen a la época prerromana, también podrás visitar otros construidos cientos de años más tarde. De cualquier manera, son verdaderas joyas locales.

Básicamente, los castros gallegos fueron las poblaciones originales de la región. Las mismas se ubicaban en zonas inaccesibles para aumentar la protección.

Los castros gallegos más importantes

Los yacimientos se encuentran, como ya hemos señalado, en zonas de difícil acceso. Los antiguos pobladores buscaban colinas, espolones o penínsulas para asentarse, ya que así resultaba más sencillo defender el territorio.

Al visitar un castro, seguramente te llame la atención la arquitectura circular de las viviendas y el caos que las rodea. No obstante, no te dejes engañar: el caos es solamente una apariencia. En realidad, la construcción tiene una lógica dada por la búsqueda de la protección. En esto también contribuían las murallas y el foso externo.

Según el yacimiento que tengas la oportunidad de visitar, verás un mayor o menor número de edificaciones circulares. Pero sea cual sea el escogido, te sentirás sobrecogido al ver las antiguas viviendas familiares. ¿Una curiosidad? Los investigadores han descubierto que ¡eran casas pintadas!

Castro de Baroña

Ubicado junto a la playa de Arealonga, en A Coruña, destaca entre todos los castros gallegos por sus espectaculares vistas sobre el océano Atlántico. También podrás contemplar una veintena de viviendas circulares.

Castro de Santa Trega

El más famoso de los yacimientos ubicado en A Guarda fue declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1931. Sin duda, merece una visita. Sus calles, sus casas reconstruidas y el museo arqueológico que guarda toda clase de utensilios recuperados en las excavaciones te dejarán con la boca abierta.

Castro de Viladonga

En los años 70 se iniciaron las excavaciones en Castro de Rey, Lugo. En la actualidad, es posible visitar las murallas y los fosos, además del interesante museo que recoge utensilios del siglo II al siglo V d.C.

Castro de Fazouro

Otro de los castros gallegos de gran fama es el de Fazouro. Su enclave junto al mar le otorga una magia difícil de explicar, y los especialistas consideran que el asentamiento data del periodo comprendido entre los siglos I y III d.C.

Lo más curioso de este castro es la mezcla cultural que puede palparse: podrás ver las clásicas casas circulares típicas de la zona junto con las viviendas rectangulares creadas cuando llegaron los romanos.

Castro de Santa María de Cervantes

En la ladera del río Quindós, en Los Ancares, está el castro de Santa María de Cervantes, que llama la atención por sus casas, su necrópolis y su iglesia. Además, el recorrido interior permite descubrir muros de descarga, canales, escaleras y zonas de paso.

Castro de Arxeriz

Este castro difiere de los demás castros porque allí, en el suroeste de Galicia, es posible ver construcciones cuadradas y terrazas, una opción muy utilizada debido a los desniveles del territorio.

Los castros gallegos te permitirán viajar en el tiempo y conocer épocas remotas, alejadas del ruido y la polución actual. ¡No te los pierdas!