¿Quién no ha oído hablar del famoso caballo de Troya? Si te gusta la historia, no puedes dejar de visitar el mítico yacimiento arqueológico de Troya en Turquía.
Se trata de uno de los yacimientos más célebres del mundo debido a sus 4.000 años de historia. ¿Sientes curiosidad? Pues en tu próximo viaje a Turquía no dudes en acercarte hasta este mítico lugar.
Visitar el yacimiento arqueológico de Troya
El yacimiento arqueológico de Troya fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998. Como puedes imaginar, se trata de uno de esos sitios que no deberías dejar de visitar si tienes la oportunidad.
Las excavaciones se iniciaron en 1870 de la mano del famoso millonario prusiano Heinrich Schliemann, que decidió dedicarse a su verdadera pasión: la arqueología.
Así, la antigua Troya inmortalizada por Homero en la Ilíada pudo ser conocida a través de las ruinas de la ciudad. Murallas, viviendas, teatros y templos fueron desenterrados. Se han identificado nueve niveles que se corresponden con diferentes épocas, siendo Troya I el más antiguo (Edad del Bronce) y Troya IX, el más nuevo (Época Romana).
El caballo de Troya
Una de las primeras cosas que te llamará la atención será la reproducción del famoso caballo que se encuentra en la entrada del yacimiento arqueológico de Troya. Anímate a acceder al interior del caballo y asómate por sus ventanas para obtener una de las fotos más típicas y simpáticas de tu visita.
Yacimiento arqueológico de Troya: bastión de la muralla
Si bien las ruinas de la antigua ciudad no han sido reconstruidas y, por lo tanto, se necesita un poco de imaginación para entenderlas, sí podrás ver y subir hasta un bastión de la muralla que aún está en pie. De hecho, desde allí podrás mirar los restos de los muros de ladrillo de la época de Troya II y III.
Templo Greco Romano de Atenea
Este templo fue destruido y reconstruido en diversas ocasiones. En la actualidad, se pueden ver los restos sobre un bastión de Troya VI. ¡No te los puedes perder!
Troya homérica
La zona excavada y considerada la Troya homérica es una de las más interesantes del yacimiento. Aquí podrás ver una rampa pavimentada de 21 metros de largo por más de 7 de ancho que funcionaba como acceso a la ciudad en la época Troya II.
Asimismo, encontrarás los restos de las Puertas Esceas, de un palacio y de un santuario. Las termas, el odeón romano y el bouleuterión (zona de reunión de los representantes ciudadanos) también son visibles.
En esta zona, Schliemann encontró el Tesoro de Príamo (Troya II), un conjunto de 1.200 piezas de joyería que se puede conocer en el Museo Pushkin de Moscú.
Museo de Troya
Por supuesto, no deberías irte del yacimiento arqueológico de Troya sin visitar su magnífico museo. El mismo protege objetos de la antigua ciudad de Troya, pero también de la región de Tróade.
Herramientas, inscripciones, esculturas, joyas, monedas, armas y joyas se entremezclan con cerámicas, objetos de vidrio, ornamentos e, incluso, sarcófagos.
Cómo llegar al yacimiento arqueológico de Troya
La ciudad de Troya se ubica a unos 25 kilómetros de Çanakkale, por lo tanto, está muy cerca para llegar en coche. Otra buena opción es tomar los minibuses que llegan hasta el sitio varias veces al día.
Por supuesto, también puedes contratar un servicio de excursiones que parten de la ciudad mencionada o desde Estambul. Esta puede ser una buena idea si deseas recibir un tour guiado. No obstante, ten en cuenta que la distancia desde Estambul es grande (más de 400 kilómetros), por lo que deberías planear una visita de varios días para disfrutar mejor el tiempo.
Si tienes pensado viajar a Turquía y te apasiona la historia, intenta llevar a cabo una escapada al yacimiento arqueológico de Troya. ¡Sentirás que viajas en el tiempo!