Madrid es una de las ciudades más bonitas de España y, también, de las más importantes de Europa. Reconocida por su gran oferta cultural y turística, además de su excelente gastronomía, alberga algunos de los museos más interesantes del mundo, como el Museo del Prado, el Museo Reina Sofía y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
Este último, situado en el Paseo del Prado junto a los otros dos mencionados, tiene una de las colecciones más completas y variadas obras del siglo XIII hasta el siglo XX. Por eso, no deberías dejar de incluirlo durante tu paseo por la capital española.
¿Por qué visitar el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza?
Todo amante del arte que se acerque a Madrid debería tomarse un día para recorrer en profundidad el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Su colección permanente, con más de mil pinturas, esculturas, dibujos y objetos decorativos, te dejará con la boca abierta.
Pero eso no es todo, porque este museo suele presentar exposiciones temporales de alta calidad. Al momento de programar tu visita, consulta el sitio web del museo para corroborar cuáles coincidirán con tus fechas de viaje.
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Obras que no deberías perderte
La realidad es que la inmensa amplitud de la colección permanente del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza hace que un único día recorriéndolo sea poco. Sin embargo, si solo cuentas con unas pocas horas para descubrir la evolución del arte occidental a lo largo de los siglos, deberías escoger aquellas obras que no quieres dejar de contemplar en vivo y en directo.
Por supuesto, tu elección dependerá de tus gustos e intereses personales. No obstante, debes saber que el museo guarda en su interior obras de Rembrandt, Van Gogh, Monet, Caravaggio, Picasso, Kandinsky y Mondrian, entre muchos otros.
¿Dónde se encuentra cada artista?
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, ubicado dentro del Palacio de Villahermosa, de estilo neoclásico, tiene tres plantas. En la planta baja, se encuentra una instalación con 180 obras de la colección Carmen Thyssen, mientras que en la primera planta se ubican los Maestros Modernos (desde el impresionismo hasta el siglo XX) y, también, las exposiciones temporales.
¿Y en la segunda planta? La misma está reservada para los Maestros Antiguos hasta comienzos del siglo XIX. Con esta información en mente, te será mucho más sencillo encontrar las obras que desees ver.
Un museo accesible para todos
A pesar de contar con tres plantas, las instalaciones y los servicios son totalmente accesibles. De hecho, AENOR le ha otorgado el certificado de accesibilidad universal.
Por otra parte, cabe mencionar que si vas con tu bebé a visitar el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza no solo podrás cambiarle cómodamente el pañal, sino también amamantarle en total privacidad en su sala de lactancia.
También, podrás conectarte al wifi del museo o cargar tu móvil. Como ves, han pensado en todo para que tu visita sea relajante y totalmente libre de estrés.
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12 obras destacadas
Entre las obras más destacadas de la colección permanente del Thyssen-Bornemisza, se encuentran:
- Cristo y la samaritana, de Duccio di Buoninsegna.
- Retrato de Giovanna degli Albizzi Tornabuoni, de Domenico Ghirlandaio.
- Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar, de Salvador Dalí.
- La Anunciación, de El Greco.
- Venus y Cupido, de Peter Paul Rubens.
- Santa Catalina de Alejandría, de Caravaggio.
- Bailarina basculando (Bailarina verde), de Edgar Degas.
- Amazona de frente, de Édouard Manet.
- Les Vessenots en Auvers, de Vincent van Gogh.
- Hombre sentado, de Paul Cézanne.
- Arlequín con espejo, de Pablo Picasso.
- El Gran Canal desde San Vío, Venecia, de Canaletto.
¡No te pierdas el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza!
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza está ubicado en el Paseo del Prado, 8, en pleno centro de Madrid. No tienes excusas para no visitarlo, ya que es muy fácil llegar en transporte público al encontrarse cerca de varias estaciones de metro y de autobús.
Tras la visita, quizá desees acercarte a algunos de los sitios más emblemáticos de la capital española, como la Puerta del Sol, la Plaza Mayor o el Parque del Retiro. Por otra parte, aprovecha para degustar la gastronomía madrileña en alguno de los numerosos bares y restaurantes cercanos al museo.