Al pensar en cultivos propios del archipiélago canario, inmediatamente recordamos el plátano, el mango, la guayaba y otras frutas tropicales. Sin embargo, en las islas, también crece uno de los cafés más exquisitos del mundo. Aunque poco conocido, el café de Canarias cuenta con unas excelentes propiedades que lo convierten prácticamente en un producto gourmet. ¿Quieres conocer más al respecto? Te lo contamos en las siguientes líneas.
Las Islas Canarias son el único enclave de España y de Europa en el que se lleva a cabo el cultivo de café. Este no tiene nada que envidiar al procedente de grandes países productores como Colombia. Y es que su gran calidad y el cuidado con el que se realiza todo el proceso de siembra y recolección dan como resultado un café exquisito.
El origen del café de Canarias
El café no es un producto autóctono del archipiélago canario. Sin embargo, hace ya dos siglos que llegó a las islas, adaptándose perfectamente a las condiciones climáticas y orográficas de las mismas.
Llegó por primera vez a Tenerife procedente del continente americano en el siglo XVIII. De aquí pasó a la vecina isla de Gran Canaria, especialmente al municipio de Agaete, que cuenta con la extensión más amplia y relevante de cultivo de café. Y es que sus condiciones climáticas resultaron mucho más favorables para la planta que las de las zonas costeras.
Así, en la actualidad, dos tercios de la producción de café se localiza en Las Palmas de Gran Canaria, mientras que el tercio restante se halla en Santa Cruz de Tenerife. En ningún caso se trata de cultivos extensos e intensivos como pueden ser los del plátano canario. Suelen estar más orientados al consumo propio y a la venta en lugares exclusivos. Por lo mismo, la producción no supera los 4.500 kilos.
¿Cómo es el café de Canarias?
La variedad de café cultivada en las Islas Canarias es la Arábica Typica, originaria de Etiopía y de una magnífica calidad. De esta variedad destaca la coloración rojiza de sus granos y su aroma dulce y suave.
El cultivo del café en Canarias es laborioso y minucioso. Llama la atención el hecho de que el café se plante de forma secundaria y casi anecdótica en terrenos dedicados al cultivo de otros frutales. Así, gracias a la sombra que estos árboles proporcionan y a las cálidas temperaturas del Valle de Agaete, el café crece sin dificultad.
La recolección tiene lugar cuando los granos han alcanzado un tono rojizo, y se retiran a mano, uno a uno, garantizando así la calidad del producto. A continuación, se limpian, se tuestan y se muelen. ¿El resultado? Un producto natural, de espectacular sabor y excelentes propiedades.
Un placer propio de las Islas Canarias
El café de Canarias no se cultiva en grandes cantidades ni con intención de exportarlo a otros lugares. La producción es pequeña, por lo que constituye un reclamo adicional de las ya de por sí atractivas islas. Este café solo puede consumirse en el archipiélago o adquirirse como producto gourmet en algunos puntos de venta específicos.
Por ello, visitar Agaete es una excelente oportunidad. No solo para disfrutar de la belleza y tranquilidad de este municipio, sino también para conocer más acerca del proceso de producción del café. Muchas fincas realizan visitas guiadas a las plantaciones, permitiendo al turista contemplar los cafetales y catar esta apetitosa bebida.
Desde las islas, se está llevando a cabo un interesante trabajo para dar a conocer y poner en valor el café que allí se cultiva. Y es que realmente se trata de un producto verdaderamente saludable. Se elabora de forma natural, libre de productos químicos y presenta niveles de cafeína mucho más bajos y saludables que otras marcas.
Adicionalmente, personajes célebres y expertos en el tema han asegurado que el café de Canarias es realmente excelente. Por ello, y por su gran sabor, podemos decir que se trata de uno de los mejores del mundo. Así, si viajas a las islas, no dudes en acercarte a conocer de cerca el lugar donde se origina este valioso producto.