Málaga es una cálida y cosmopolita ciudad enclavada en la maravillosa Costa del Sol. No es solo su clima, su riqueza histórica o su patrimonio cultural lo que hacen de ella un destino turístico por excelencia. Basta con pasear por sus calles para descubrir que cada rincón de esta localidad está repleto de encanto.
En esta ocasión queremos acercarte a algunas de las vías más populares e interesantes de la ciudad. Te invitamos a adentrarte en el ambiente malagueño recorriendo algunas de sus avenidas más tradicionales y de mayor relevancia.
Paseando por las calles de Málaga
Calle Marqués de Larios
No podríamos comenzar este recorrido por otro lugar que no fuese esta emblemática, amplia y céntrica vía. Constituye la principal arteria comercial de la ciudad y es una de las más transitadas.
A cualquier hora del día y en cualquier época del año esta popular avenida cuenta con un inigualable ambiente. Locales y visitantes la recorren sin prisa, deteniéndose en los múltiples escaparates de comercios que hay a ambos lados de la misma y disfrutando de la vida en la calle.
Se trata de un magnífico espacio peatonal que en verano resguarda a los viandantes del calor bajo los toldos que en ella se disponen. Además, siempre se encuentra engalanada acorde a la época del año en que la visites. Sin duda, una de las calles más elegantes y caras de Europa, y una parada obligada en tu viaje a Málaga.
Pasaje Chinitas: una de las más curiosas calles de Málaga
Es un estrecho y pintoresco callejón con forma de cruz que conecta la popular Plaza de la Constitución con la calle Fresca, la calle Santa María y la calle del Toril.
Fue construido en 1856 bajo el nombre de Antonio María Álvarez, acaudalado hombre de negocios malagueño que promovió su creación. El pasaje fue lugar de reunión de escritores y cantaores de flamenco y escenario de noches de fiesta y diversión.
Pero fue el mítico Café Chinitas el que terminó cediendo su nombre al pasaje donde se ubicaba. En este local Federico García Lorca escribió un poema dedicado a este emblemático pasaje.
En la actualidad, esta angosta vía peatonal está repleta de pequeñas tiendas artesanales y constituye un oasis de tranquilidad en mitad del bullicio de los restaurantes y bares de tapeo de sus calles adyacentes. Un lugar que puede pasar desapercibido a simple vista, pero que merece la pena detenerse a conocer.
Calle Granada
Antiguamente denominada calle Real, adquirió su nombre actual por ser la salida de Málaga a Granada en aquel entonces. Esta calle peatonal de aproximadamente 500 metros de longitud conserva las características del trazado urbano musulmán al ser larga y estrecha.
Cuenta con un recorrido sinuoso y serpenteante que atraviesa varias plazas a su paso, y es una de las calles más conocidas y comerciales de la ciudad.
Paseo de Reding
El Paseo de Reding es una importante vía de comunicación entre el centro y el este de la ciudad. Se asienta sobre una estrecha franja de terreno entre la ladera del Monte Gibralfaro, donde se halla la Alcazaba, y el mar.
Se llevó a cabo una reestructuración y remodelación que culminó con la elegante avenida de arboledas, bancos de piedra y hermosos edificios que hoy encontramos.
A lo largo de toda su extensión podrás contemplar importantes edificaciones monumentales de gran valor arquitectónico como el Palacio de la Tinta o las Casas de Félix Sáenz.
Calle San Agustín
Esta céntrica y empedrada calle es una de las que mejor conserva los vestigios del pasado histórico de la ciudad. Discurre entre la calle Císter y la calle Granada, con un trazado estrecho e irregular típicamente árabe.
Tras la conquista de Málaga por los cristianos se le otorgó el nombre de calle de los Caballeros, por ser el lugar donde estos construyeron sus palacios y residencias. Además, aquí se encontraba la morería, en la que permanecieron las 25 familias nobles mudéjares.
Su nombre actual proviene del convento de agustinos que se instaló en ella posteriormente. Y aún hoy se trata de una de las calles con más encanto e interés de Málaga.