La Costa Brava engloba una mezcla perfecta entre cultura, historia, tradición y belleza natural. Se encuentra en la región noreste de Cataluña y cubre el área hasta la frontera francesa.
Este es un destino perfecto para todo tipo de turistas: para las familias o para jóvenes que buscan divertirse bajo el sol. Encontrarás miles de actividades interesantes y una animada vida nocturna. También podrás recorrer ciudades y municipios medievales como Girona o Tossa de Mar.
Si aún no conoces la Costa Brava, no esperes más. Esta es nuestra selección de lugares que no puedes perderte en ella.
Piérdete por las calles de Girona
Dedica un día a visitar Girona y su casco antiguo medieval. Girona se extiende a lo largo de las orillas del Oñar con sus pintorescos edificios de colores. Entre los sinuosos callejones llegarás al Call, el barrio judío de Girona que data del siglo XII. No te pierdas tampoco la Basílica de Sant Feliu, en la que predomina el estilo gótico.
Sin duda, Girona, la capital de la Costa Brava, es una visita obligada que tiene tras de sí una larga historia. Algunos de sus puntos más destacados son los baños árabes, la Catedral de Santa María y las murallas.
Visita el Teatro-Museo Dalí
Si hay un artista que se asocia con esta zona de Cataluña es Salvador Dalí. El museo está situado en un antiguo teatro de Figueres, y el pintor está enterrado en una cripta bajo el antiguo escenario.
Aquí se encuentra la mayor colección de sus obras en el mundo, con piezas de todas las etapas de su carrera e instalaciones que ocupan salas enteras. También se exhiben piezas de la colección personal de Dalí, piezas de El Greco y Marcel Duchamp.
No te pierdas Cadaqués
Cadaqués se encuentra a poca distancia de Figueres y, después de visitar el Teatro-Museo Dalí, es el mejor lugar al que puedes ir. Además de ser reconocido como uno de los municipios más bonitos de la Costa Brava, fue retratado en muchas pinturas por Dalí cuando este veraneaba con su familia en el lugar.
Destaca por sus casas blancas que contrastan con el azul del mar y el verde de la vegetación que rodea toda la zona. Es el lugar ideal para relajarte después de un largo día. Puedes pasear por sus calles llenas de encanto o caminar por la bahía rocosa y las playas de guijarros.
Explora las calas de la Costa Brava
A lo largo de la Costa Brava se extienden fabulosas playas y pequeñas calas que nada tienen que envidiar a las del Caribe. Hay de todo, desde grandes playas de arena junto a los pueblos medievales hasta calas escondidas a las que solo se puede acceder en barco o a pie.
Algunas de las más conocidas son Cala Estreta, Cala de Illa Roja, Cala Rostella o Cala del Senyor Ramon, pero hay muchas más. Aunque el agua es más fría en la Costa Brava que en Barcelona, también se puede disfrutar de un refrescante chapuzón en el mar.
Disfruta de su gastronomía
Son muchos los restaurantes en la Costa Brava con estrella Michelin. Probablemente el restaurante de alta cocina más destacado fuera El Bulli, que estuvo situado en la localidad de Roses hasta julio de 2011.
Tradicionalmente, la provincia de Girona combina los ingredientes rurales con los de la costa, así que no te sorprendas al ver platos que mezclan sepia y albóndigas, o pollo con cigalas.
Los platos de la zona están preparados con productos de calidad, donde ingredientes como la cebolla, las aceitunas, el aceite de oliva, la carne, las anchoas e incluso las manzanas tienen denominación de origen.
Recorre el Parque Natural del Cabo de Creus
El Cabo de Creus es uno de los lugares más sorprendentes de la Costa Brava. Un paraíso con paisajes de mar y montaña que te dejará sin palabras.
Debido al viento de Tramontana, alberga poca vegetación más allá de los matorrales de pino y arbustos. Este viento también es responsable de la forma peculiar de las rocas por las que el cabo es famoso.
La Costa Brava tiene todo lo que se necesita para ser un destino de vacaciones perfecto. Si buscas una combinación de naturaleza, cultura y una rica gastronomía, no te pierdas este espectacular rincón de España.
