Al pensar en Suiza, una de las primeras cosas que se nos viene a la mente es el famoso y delicioso chocolate suizo. Ahora bien, ¿realmente es tan rico como dicen? ¿Es merecida su fama? Continúa leyendo para descubrir todo lo que debes saber sobre uno de los productos estrella suizos.
Suiza y su tradición chocolatera
¿Sabías que Suiza fue uno de los primeros países del mundo en empezar a producir chocolate? En el año 1819, François-Louis Cailler abrió una de las primeras fábricas de chocolate mecanizadas en Corsier. Ese fue el nacimiento de Cailler, una de las marcas emblema del chocolate suizo.
Unos años más tarde, otro personaje que pasó a la historia, Philippe Suchard, abrió su fábrica cerca de Neuchatel. Tras sus pasos, maestros chocolateros como Foulquier (el predecesor de Jean-Samuel Favarger), Rudolf Sprüngli, Aquilino Maestrani, Johann Georg Munz y Jean Tobler.
Seguramente, alguno de estos apellidos te resulte familiar. Esto se debe a que las fábricas que fundaron continúan existiendo hoy en día y, de hecho, el chocolate suizo que producen es muy famoso.
El secreto del éxito
Además de haber sido pioneros en la elaboración del chocolate, los suizos fueron responsables de algunas de las más importantes creaciones relacionadas con la mejora en la fabricación.
En 1826, Philippe Suchard creó el Mélangeur, una máquina mezcladora que amalgama el cacao en polvo con el azúcar.
Hacia fines del siglo XVIII, Daniel Peter se convirtió en el inventor del chocolate con leche y, finalmente, Rodolphe Lindt desarrolló un proceso para elaborar chocolate fundido.
Más allá de estas grandes invenciones, los fabricantes suizos innovan continuamente para obtener nuevos sabores y mejorar los procesos. Mientras, la Asociación Chocosuisse controla cada uno de los procesos y la calidad de la materia prima. Por todo ello, se dice que el chocolate suizo es el mejor del mundo.
El chocolate suizo, una delicia para el paladar
Como ya hemos comentado, la materia prima escogida para elaborar el chocolate suizo es de altísima calidad. Por ello, se importa cacao desde sus principales productores a nivel mundial, como Brasil, Camerún, Costa de Marfil, Ecuador o Malasia.
Estos granos de cacao se tuestan y descascarillan para separar el grano del exterior. Posteriormente, se trituran y el cacao en polvo se utiliza para crear una pasta junto con mantequilla de cacao, azúcar y, en el caso del chocolate con leche, leche suiza en polvo.
Tras un proceso de refinación, cada fabricante lleva a cabo un procedimiento diferente según su tradición, sus estándares de calidad y la clase de chocolate que desee obtener.
Las mejores marcas de chocolate suizo
Existe mucha controversia al respecto, ya que cada persona tiene su preferida. No obstante, si tienes la suerte de viajar a Suiza y deseas comprar chocolate como souvenir, con las siguientes marcas no te equivocarás.
- Lindt: es la más famosa internacionalmente. Sin duda, son sinónimo de buen chocolate.
- Cailler: es una de las marcas más antiguas y su calidad es reconocida en chocolates bajo el nombre Frigor-Cailler.
- Sprüngli: sus chocolates artesanales y bombones son una delicia.
- Frey: es una de las marcas más vendidas en Suiza.
- Toblerone: otra de las grandes marcas con fama internacional. ¿Qué más se puede decir?
- Stella: una marca con gran calidad que destaca por ofrecer chocolate sin lactosa.
- Maestrani: ofrece una inmensa variedad de chocolates.
- Villars: su chocolate blanco es maravilloso. ¡Pruébalo si tienes ocasión!
No es de extrañar que con tantos sabores, texturas y variedades, los suizos consuman aproximadamente 13 kilos de chocolate por persona al año. Esta curiosidad es posible descubrirla cuando se visita alguna de las fábricas de chocolate del país.
De hecho, en tu visita al país helvético no puedes dejar de recorrer al menos una fábrica. Te asombrarás al ver todo el proceso de producción del chocolate y, además, tendrás la oportunidad de probar cada variedad a lo largo del tour.
En tu próximo viaje a Suiza, no lo dudes y además de degustar los platos típicos de su gastronomía, deja espacio para probar una gran variedad de chocolate suizo. ¡No te arrepentirás!