En el corazón de Fuerteventura se encuentra un pueblo tranquilo y acogedor que una vez fue la capital de la isla. Fue fundado en 1404 por Juan de Bethencourt, que escogió un lugar escondido en las montañas.
Si visitas la isla, no puedes dejar de ir a Betancuria ni de recorrer sus calles empedradas llenas de historia. Y es que sus edificios antiguos y museos nos aportan una visión de lo que fue antiguamente el municipio.
Un poco de historia
Su ubicación entre montañas se debe a las estrategias de defensa ante los ataques de los piratas. Sin embargo, Betancuria fue asaltada varias veces por los bereberes del norte de África. Las guerras entre estos y los españoles duraron hasta mediados del siglo XV. Después, los majoreros lideraron un levantamiento contra los españoles.
El municipio sufrió también los intentos de invasión de los británicos, que fueron derrotados en la Batalla de Tamasí en 1740. A partir del siglo XIX, Betancuria perdió poco a poco su poder, y otras localidades vivieron un mayor desarrollo de la economía, por lo que perdió el título de capital.
Qué ver en Betancuria
Sus calles empedradas, la hospitalidad de sus habitantes que te saludan amablemente y su pintoresco encanto son razones más que suficientes para visitar Betancuria si estás en Fuerteventura.
Además, tiene varios restaurantes, museos y miradores desde donde apreciar la riqueza de su entorno; y conserva cierto estilo colonial. A continuación te descubrimos algunos lugares con encanto que merecen una visita en el municipio.
Parroquia Matriz de Santa María de Betancuria
Fue la primera iglesia de Fuerteventura y la responsable de convertir a muchos majoreros al cristianismo. Su arquitectura combina varios estilos, como el barroco y el gótico, al haber tardado más de 100 años en construirse.
La iglesia resalta por sus paredes blancas que dominan el paisaje montañoso. A pesar de su tamaño, fue consagrada como catedral en 1496. Consta de tres naves separadas por arcos de medio punto, en las que destaca la torre cuadrada construida por Pedro de Párraga. También alberga un museo que se encuentra a poca distancia de la iglesia.
Convento de San Buenaventura
No te pierdas los restos del Convento de San Buenaventura, el primero que fue fundado en las Islas Canarias. Se construyó en 1496, pero fue abandonado en 1937. En el monasterio vivían monjes franciscanos que ayudaban a difundir la religión.
El Convento de San Buenaventura se encuentra en las afueras, al norte de Betancuria. Es una visita obligada por su arquitectura y por el paisaje que lo rodea. Está siempre abierto y no es necesario pagar entrada.
Museo Arqueológico de Betancuria
Otro lugar que merece una visita es el Museo Arqueológico de Betancuria, que se encuentra dentro de una casa construida en estilo tradicional canario en el centro de la ciudad.
El museo tiene tres salas clasificadas en tres secciones: arqueología, etnografía y paleontología. En ellas se exhibe una variedad de piezas arquitectónicas de varias excavaciones en Fuerteventura, y se puede aprender sobre la forma de vida de los majoreros.
Parque Rural de Betancuria
El entorno de esta villa antigua es un espacio natural con especial interés científico. Su espectacular paisaje montañoso alberga una rica variedad de especies vegetales protegidas.
También se puede observar una gran variedad de fauna en los alrededores de las presas de Las Peñitas y Los Molinos, como insectos, anfibios, reptiles, diferentes especies de aves y mamíferos.
Mirador de Guise y Ayose
Antes de llegar a Betancuria, por la Carretera FTV-30, se encuentra el mirador de Guise y Ayose, donde disfrutar de unas espectaculares vistas panorámicas del paisaje desértico de la isla.
Sorprenden dos grandes estatuas de bronce que representan a los antiguos reyes que dan nombre al lugar, Guise y Ayose, y que dirigieron los dos reinos en los que se dividió Fuerteventura en el siglo XV.
La importancia histórica de Betancuria se puede apreciar a cada paso. Después de explorar sus espacios naturales, paisajes y monumentos, no queda duda del valor histórico y paisajístico del lugar. Un lugar increíble en el que capturar recuerdos inolvidables.